África
Nuestro mundo,
envuelto en otro debajo
Paisaje denso, tierra
negra, envejecida
Exudación, maleza
virginal a destajo.
Arcaica
primicia, fertilidad mal querida.
Permeable selva,
penumbras días y noches
Huellas de
primates y homínidos rastros
Arbóreas torres
de Babel sin derroches
Aves locuaces,
fieras con ojos de astros.
Estos nuevos
hombres con sed de diamantes
Bordean el colapso,
sus manos renegridas
Huellas postreras
de pasados trashumantes
Perduran bajo la
turba, millones de heridas.
Allende los
mares de azul plata distante
África
diamantina, melancolía enmudecida
Soberbio riñón
de obsidiana equidistante
Raíz de mi
patria Americana desprendida.
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