viernes, 7 de noviembre de 2014

12 (Suburbial)

Los caminantes se han ido con la lluvia.
Caen como perlas unas gotas de luz.
El silencio domina todo lo que se ve.
Hasta que vuelven febriles, errantes.
Malditas sombras entre las hojas.

Los perros van hacia las islas de sol.
El vago sale de su escondite de calor.
La tormenta desnuda algo prohibido.
Por acequias ruedan huellas furtivas.
Huele a hierbas a húmeda insistencia.

Forja la tarde impresiones estatuarias.
Siembra mudas imágenes en la pradera
Prolonga este regreso efímero y sensual.
Libres del virus, con su pálida piel.
Avanzan oblicuos miles de muertos.

Regresan a la hora del ocaso.
Al suburbio, a los furtivos abrazos.
Infierno o limbo, nunca paraíso.
Un tropel difumina ademanes amatorios.
Y una señal azul, los humilla y los mata.

Aves rapaces interrumpen esa ilusión de agua.
Estalla la verde soledad del parque.
Espanta y aleja el eco del recuerdo de mis amigos.
Hace que el aroma húmedo y salvaje permanezca.

Venga y al fin me arranque esta sensación mortal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario